Sigo acá, tirado en el suelo, tire la llave también y no se donde se encuentra, y este lugar parece ser demasiado grande, así que dudo que puedo encontrarla, incluso queriendo.
Es divertido estar acá, solo, sin nadie que te moleste, podes pensar, podes llorar, podes gritar, podes hacer lo que quieras que nadie te va a culpar por ello, ni te va a decir nada.
Pasan los días, ya no me acuerdo quien me arrojo a este lugar, no me acuerdo y no me molesta, me parece que pase bastante tiempo acá adentro y me guste o no afuera hay personas que me esperan, tengo un deber con ellas, depositaron su confianza en mi, si realmente las quiero no puedo seguir acá, tengo que salir, pero… no encuentro la llave, fui tan estupido de creer que no había salida cuando la tenia en mis manos que la arroje lejos, a un lugar imposible de llegar, y con tanta oscuridad no puedo ver nada. Este lugar me empieza a dar miedo, quiero salir, me siento solo, la soledad me empieza a enfermar, quiero ir atrás de esa persona que una ves estuvo aquí con migo, quiero encontrarla, quiero decirle que lo quiero, y que nunca mas voy a sentirme solo si ella esta al lado mío.
La desesperación inunda mi cuerpo, tiemblo, grito, lloro, pido auxilio, pero nadie me escucha, aquella ventaja se convirtió en mi Némesis, lo que a mi me gustaba me jugó en contra, y esto se esta tornando insoportable, no quiero pensar, no quiero racionalizar nada, quiero salir, nada mas quiero salir, tengo miedo, que alguien me ayude, que alguien me saque de acá, por favor basta…
Los días pasan, y lo acepto, mi destino es este, quedarme acá, solo, sin compañía, puede que haya nacido para esto, tal ves no sea lo suficientemente capaz para relacionarme con otras, no se, mi cabeza no piensa mas, nada mas me duele, lo intente, intente salir de acá, ya no queda nada… ¿Qué es esto? ¿La llave?...
Cuando menos lo pensas aparece, aparece esa salida milagrosa, una solución que te lleva a creer por unos minutos que dios existe y nos ayuda, la felicidad del momento borra completamente cualquier angustia del pasado, estoy listo para salir de acá y no volver nunca mas, me avergüenzo de pensar en lo que fui en otro momento, parece que finalmente estoy curado.
La llave entra perfectamente en la puerta, y el click de la cerradura la ceder inunda mi cuerpo de emoción, estoy a un paso de afuera… la luz del exterior me hace cerrar los ojos, el cuarto se ilumina mágicamente, y al dar una ultima mirada a mi lugar de tormento veo algo que me deja totalmente atónito.
En la oscuridad puedo distinguir siluetas ahora, y me doy cuenta ante mi asombro que nunca estuve solo, son ellos, todos esas personas que creía perdidas, nunca me abandonaron, aunque pareciera que no siempre estuvieron ahí, y ahora me miran, sonrientes, no tengo palabras para agradecerles, nada mas puedo devolverles una sonrisa…
“Cuando te duela mirar hacia atrás y te de miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estaré, a tu lado.”
Por Orre
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